¿Que haría si Mr. 2.0 llama a la puerta de su empresa?

La utilización de la etiqueta «2.0» para definir todo lo que está ocurriendo en Internet, está empezando a ser cansina, la verdad. Hasta yo mismo me estoy planteando cambiar la dirección web que da título a este Blog, para no dejarme arrastrar por la marea dospuntocerista que nos invade.

En cierto modo, es normal; cuando se producen avances tecnológicos que afectan, e incluso modifican (como es el caso), los paradigmas por los que se han regido los comportamientos humanos durante varios años, se genera un ruido de fondo que hace que se preste una importancia excesiva al avance tecnológico en sí mismo.

De la misma forma que el estallido de la burbuja del año 2000 simbolizó la salida de la pubertad de Internet como fenómeno tecno-social, ahora el fenómeno 2.0 (mal atribuido por algunos solamente a las redes sociales y las herramientas de colaboración en Internet) transcurre con más gloria que pena, muchas veces inmerecida, por las últimas fases de una adolescencia encarnizada a cuya sombra han nacido, crecido, y desgraciadamente desaparecido numerosas empresas y aplicaciones «2.0», como granos sebáceos en la cara de un púber (perdón por la comparación, un tanto asquerosa, lo reconozco).

Algunos esperamos que pase pronto «el calentón tecnológico» y que se aprecie por fin, de verdad, la profundidad que encierra el concepto 2.0:

La dicotomía entre la gallina y el huevo, y cuál de ellos es anterior al otro, es un debate similar al que, con tintes más «formales», se produce desde hace años entre científicos, tecnócratas y sociólogos de todo el mundo en torno a otros dos conceptos dicotómicos: la tecnología y la sociedad.

¿Quién o qué es consecuencia de qué? ¿Son los avances tecnológicos los que provocan los cambios sociales o, por el contrario, son éstos últimos los que hacen que la tecnología avance?

En general, si nuestra opinión se ha de formar leyendo la mayoría de las conversaciones y los blogs que circulan por la Red, diríamos que la tecnología es la que nos ha traído de su mano el fenómeno 2.0. Pero lejos de esa opinión del mainstream tecno-determinista, algunos creemos que la realidad es justo la contraria: son los fenómenos sociales y los cambios en las actitudes de las personas las que han hecho aparecer el fenómeno 2.0, y las que han puesto a sus servicio las tecnologías técnicamente disponibles en ese momento.

El movimiento 2.0. representa en realidad el deseo de las personas de ser los protagonistas de sus propias vidas, de decidir su futuro, de ser los creadores de opinión en su círculo social, y de compartir más allá de las estructuras establecidas (políticas, económicas, empresariales), sus conocimientos, experiencias y emociones. La tecnología dospuntocero es simplemente un medio de expresión de una corriente social que va mucho más allá.

Y si trasladamos esta argumentación al mundo de la empresa, ¿en qué nos afecta? ¿Por qué el fenómeno 2.0 va a suponer un cambio tan radical en el seno de las organizaciones?

Pues para empezar, porque el concepto 2.0 cuestiona el primer mandamiento de las empresas, aquel de que «el jefe siempre tiene la razón». Es más, pone en cuestión que el «jefe» sea uno, todopoderoso y omnipotente y, aunque parezca obvio, siempre la misma persona.

Para continuar, porque el concepto 2.0 cuestiona también el modelo de empresa tal y como la conocemos hoy en día, y reniega de muchas de las expresiones clásicas que han modelado nuestra vida laboral hasta ahora: «horario laboral«, «ir a trabajar«, «asistir a una reunión«, son fórmulas que dejan de tener sentido, o al menos, el mismo sentido, que hasta ahora.

Porque el concepto 2.0 cuestiona de base la sabiduría popular establecida que nos dicta que «la experiencia es la madre de la ciencia», y nos recuerda que en los tiempos de cambio como el que estamos viviendo, muchas veces el futuro no se puede (sólo) construir sobre la base de los éxitos pasados.

Porque el concepto 2.0, finalmente, nos obliga a recordar que los miembros de una compañía, no son sólo «empleados» , o incluso, «usuarios», que todavía es un término más insensible, y que tal vez ahora sean las personas que se encuentran en la parte baja de la jerarquía empresarial, los que tienen las soluciones de futuro para su empresa.

Visto así, ¿se le ha ocurrido pensar que antes o después Míster 2.0 puede llamar a la puerta de su empresa y remover los cimientos de su personal y intransferible paradigma empresarial?

2 pensamientos en “¿Que haría si Mr. 2.0 llama a la puerta de su empresa?

  1. Recibirle como se merece y prepararme para llevar a cabo toda una revolución interna para mejorar el aspecto externo. O en su defecto, cerrarle la puerta y esperar a que el resto lo haya hecho para actuar en consecuencia. Es probable que entonces sea tarde. Muy buen post Salva.

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